Análisis semanal 212: China & Taiwán: Nuevos Retos para una Relación Complicada (02 de mayo de 2018)

Año: 
2018
Autor(es): 

Introducción

La relación entre la República Popular China y la República de China –China y Taiwán- es un tema polémico y complejo que sigue sin resolverse de manera definitiva. Después de una larga guerra civil que incluyo una tregua para combatir a las fuerzas invasoras japonesas, en 1949, las tropas comunistas al mando de Mao Zedong se hacen con el control de la mayor parte de China provocando que el Partido Nacionalista Chino Kuomintang (KMT) liderado por Chiang Kai-shek terminara refugiándose en la isla de Formosa –Taiwán-. Gracias al apoyo estadounidense –las tres crisis del estrello de Taiwán y al Tratado Chino-Americano de Defensa Mutua- el KMT consolida su dominio sobre la isla y traslada la capital de la República de China de Nanjing a Taipéi, insistiendo en ser el único gobierno legítimo de toda China –legitimación que fue reconocida internacionalmente por algunos años debido a la guerra fría-, mientras al otro lado del estrecho nació y creció la República Popular China con sede en Beijing.

Dos décadas después, dicho reconocimiento empezó a cambiar drásticamente. En 1971, la resolución 2758 de la ONU, reconoció la representatividad de China a la República Popular China. Posteriormente en 1979, Washington estableció relaciones diplomáticas con Beijing poniendo fin al Tratado Chino-Americano de Defensa Mutua –que fue rápidamente sustituido por el Taiwan Relations Act donde se establecieron una serie de relaciones no-diplomáticas entre los pueblos de Estados Unidos y Taiwán que sigue vigente.

Desde entonces y hasta la actualidad, la relación China-Taiwán ha estado marcada por disputas, una carrera armamentista en ambas costas, conflictos diplomáticos, y un creciente sentimiento independentista taiwanés. Además, debido a la política de Una Sola China –toda nación que desee establecer relaciones diplomáticas con Beijing debe de cortar relaciones oficiales con Taipéi- la lista de países amigos de Taiwán se redujo, y en la actualidad solo 19 estados –incluyendo la Cuidad del Vaticano- mantienen lazos formales con Taiwán (Belice, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Ciudad del Vaticano, Burkina Faso, Suazilandia, Islas Marshall, Islas Salomón, Kiribati, Nauru, Palaos, y Tuvalu).

Milagro Económico, Democratización & Política de Taiwán

Chiang Kai-shek declaró ley marcial sobre Formosa, durante este periodo Taiwán fue gobernada por el Generalísimo Chiang y el KMT de manera autoritaria –periodo conocido como “terror blanco” (1) donde se persiguió a cualquier posible amenaza u oposición en contra del KMT, con incidentes que siguen en la memoria de los taiwaneses y la oposición, como el Incidente del 28 de febrero (2), que marcó el comienzo de la ley marcial y la persecución. En 1987, la ley marcial fue abolida, aun así, no fue hasta 1996 que se llevaron las primeras elecciones presidenciales directas y democráticas en la isla.

Paradójicamente, durante parte de ese periodo (1960-1990) (3), Taiwán experimentó un crecimiento económico e industrialización exponencial que colocó a la isla a la par de naciones como Singapur, Corea del Sur y la región especial de Hong Kong –los cuatro tigres asiáticos. Reformas agrarias y de mercado, industrialización, inversión en tecnología, etc. fueron factores claves del “milagro taiwanés” (4). Según el FMI (2017), el PIB per cápita nominal de Taiwán es tres veces el de la China Continental. Además, la República de China se convertiría –a pesar de su tamaño y circunstancias- en una referencia tecnológica, de desarrollo y Derechos Humanos en Asia, como por ejemplo ser el primer lugar en la región en reconocer el matrimonio del mismo sexo el año pasado (5).

Pero no fue hasta el año 2000 (6), en que el partido de oposición y pro-independencia Partido Democrático Progresista (DPP) ganó por primera vez las elecciones arrebatándole el poder al KMT –quien gobernó la isla por más de 50 años- por un periodo de ocho años. Tiempo que fue bastante convulso entre Beijing y Taipéi con situaciones como la aprobación de la Ley Anti-Secesión China (7) –donde Beijing se reserva el uso de la fuerza en caso de una declaración unilateral de independencia-, las ventas de armamento estadounidense a Taiwán y un nacionalismo taiwanés cada vez más fuerte.

Sin embargo, en la última década, China y Taiwán experimentaron un acercamiento principalmente económico y social pero también político. Durante la administración de Ma Ying-jeou (2008-2016) –candidato del KMT- se establecieron líneas de comunicación política, vuelos comerciales directos y un acuerdo de cooperación económica (ECFA), también se facilitó el intercambio comercial e inversión, así como los viajes con fines turísticos y familiares. En el 2015, Ma y Xi Jinping se reunieron en Singapur siendo esta la primera reunión cara a cara entre líderes de China y Taiwán –lo hicieron como representantes de sus respectivos partidos el PCC y el KMT, sin usar la palabra presidente ni banderas de fondo.

Comercialmente, las transacciones entre China y Taiwán pasaron de $8 mil millones de dólares en 1991 a más de $198 mil millones en 2014. China es el principal socio económico de Taiwán abarcando casi 30% del comercio total de la isla, a su vez, más de noventa y tres mil empresarios taiwaneses han invertido en China continental. Mientras que los vuelos directos semanales pasaron de 270 en 2009 a más de 900 en el 2015 (8).

Actualmente, el tradicional KMT y el DPP son los partidos más grandes en Formosa. Estos dos conformaron y lideran dos coaliciones políticas: La Coalición Pan-Azul, conformada por el KMT, el Partido Gente Primero PFP, el Nuevo Partido CNP y el Minkuotang MKT; y la Coalición Pan-Verde liderada por el DPP, la Unión Solidaria de Taiwán TSU, el Partido por la Independencia de Taiwán y la Asociación Constitucional de Taiwán TCA. Mientras los azules defienden políticas más conservadoras, el status quo actual de la isla y una identidad socio-cultural china, así como una posible futura reunificación; los verdes abogan por políticas progresistas, la independencia y una identidad taiwanesa. En las últimas elecciones del 2016, la Coalición Pan-Verde se dejó el poder ejecutivo y legislativo, con Tsai Ing-wen (9) del DPP como nueva –y primera mujer- líder de Taiwán, y aunque Tsai proviene de un partido pro-independencia, la mandataria ha moderado el discurso y su posición sobre la independencia.

Nuevos Retos

En adición a estos antecedentes históricos, y como si la relación China-Taiwán no fuera ya complicada, nuevos acontecimientos han vuelto a poner a prueba la relación. El regreso al poder del DPP volvió a despertar las preocupaciones de Beijing en tiempos donde los escándalos por corrupción, los lazos con la China Continental y la identidad taiwanesa fueron temas que calentaron el debate político. Sin embargo, una vez en el poder la nueva mandataria ha optado por mantener el status quo de la isla –hasta el momento-, probablemente debido a las presiones de Beijing, así como para mantener la estabilidad interna, pero manteniendo una distancia mucho mayor en comparación con su antecesor Ma.

La llegada de Trump a la casa blanca y sus acciones también han desencadenado reclamos entre China y Taiwán. Solamente a pocos días de tomar el poder, Trump acepto una llamada de felicitaciones por parte de Tsai, convirtiéndose –probablemente sin saberlo- en el primer presidente estadounidense en comunicarse directamente con un líder taiwanés desde la ruptura y viraje diplomático. Beijing calificó al gobierno norteamericano de “poco cuidadoso” cayendo en un “truco barato” de Taiwán (10). Cuatro meses después, el presidente Trump firmó la Taiwan Travel Act (11), documento que permite y promueve reuniones entre oficiales estadounidenses y taiwaneses en todos los niveles –encuentros que siempre han ocurrido, pero de manera discreta para no molestar a Beijing- desatando una nueva ola de reclamos diplomáticos. El nuevo presidente norteamericano parece estar experimentando una nueva estrategia en el tema China-Taiwán, usando el acercamiento con Taipéi como moneda de cambio en sus reclamos comerciales en contra de China poniendo más presión sobre Beijing.

Además, la competencia por el reconocimiento internacional sigue vigente. El pasado 30 de abril, la República Dominicana movió su embajada de Taipéi a Beijing (12), Panamá hizo lo mismo el año pasado, al igual que Santo Tomé y Príncipe –una pequeña isla africana- a finales del 2016. Beijing parece estar ganando el pulso diplomático arrebatando los pocos aliados restantes a Taiwán atraídos por el comercio y la cooperación con el gigante asiático. Si el resto de Centroamérica y el Caribe siguen los pasos de la República Dominica, Panamá y Costa Rica, Taiwán quedaría aislada diplomáticamente –al menos de manera oficial- en momentos donde las políticas aislacionistas de Trump hacen lucir más atractivas ofertas y los proyectos chinos.

Finalmente, el reto más grande es el cambio de identidad entre los habitantes de Taiwán, especialmente entre los jóvenes, donde cada vez más personas se identifican a sí mismos como taiwanés en lugar de chinos.

Fuente: Election Study Center National Chengchi University

Desde la democratización de la isla y la pérdida del monopolio político del KMT, ideas sobre la independencia, un nacionalismo taiwanés y una búsqueda de una identidad propia han crecido considerablemente. Las nuevas generaciones que nacieron en democracia y en una sociedad más abierta se sienten poco identificadas con el pasado autoritario de la isla bajo el régimen del KMT, ni con la China Continental –aunque étnica, histórica y culturalmente son el mismo pueblo- las circunstancias políticas pusieron una barrera entre sus sociedades (13).

Los partidos tradicionales KMT y DPP han manejado diferentes estrategias a la hora de lidiar con la identidad local y la relación con China. Ma Ying-jeou apostó por un acercamiento económico para mejorar las relaciones, contario a esto, el DPP argumenta que esta decisión solo volvió a Taiwán más dependiente de China. Mientras tanto los casos de corrupción –en ambos partidos-, la inseguridad financiera y la desigualdad económica han aumentado la frustración entre los taiwaneses quienes están buscando respuestas en nuevos actores políticos y movimientos. El surgimiento del New Power Party (NPP) (14) que emergió del Sunflower Movement –un movimiento estudiantil que protestó en contra del Cross-Strait Service Trade Agreement (CSSTA) (15)- es un ejemplo. Hasta el momento el NPP ha evitado alinearse directamente en algunas de las coaliciones del KMT o DPP –pero más cercano con la Coalición Pan-verde- presentándose como una alternativa, siguiendo una agenda progresista en favor de los derechos de las comunidades indígenas locales, el matrimonio igualitario y la justicia social.

Los nuevos retos no cesan, a inicios de marzo ex líderes de la isla hicieron un llamado convocando a un referéndum sobre la independencia. Y aunque según la constitución taiwanesa, cuestiones como la soberanía no pueden ser definidas en una consulta popular, incluso un referéndum no vinculante pondría demasiada presión sobre Tsai (16). La nueva mandataria tiene que lidiar con las presiones externas provenientes de Beijing y las internas de los votantes pro-independencia, todo esto mientras las nuevas generaciones definen su identidad.

En conclusión, la relación China-Taiwán es más compleja de lo que parece. Los partidos taiwaneses tradicionales deben de planear sus políticas públicas más allá de la independencia o no de la isla para responder apropiadamente a las nuevas necesidades de los jóvenes. Además, Beijing debería reflexionar su estrategia de acercamiento para evitar malentendidos que solo alimentarían el nacionalismo taiwanés. Un nacionalismo que podría convertirse en un arma de doble filo afectando la estabilidad social y política de Taiwán, y por ende la de China y la de la región.

Referencias

https://www.jstor.org/stable/41490913?seq=1#page_scan_tab_contents

https://www.fpri.org/article/2017/02/taiwans-white-terror-remembering-228-incident/

https://www.academia.edu/30174497/Terror_and_the_Miracle_Taiwanese_Dreams

https://gulfnews.com/business/analysis/taiwan-miracle-is-a-good-example-economic-progress-for-others-1.1071868

http://szdaily.sznews.com/html/2017-05/25/content_3804188.htm

http://news.bbc.co.uk/hi/english/static/in_depth/asia_pacific/2000/taiwan_elections2000/1999_2002.stm

http://news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/4347555.stm

https://www.cfr.org/backgrounder/china-taiwan-relations

https://www.nytimes.com/2016/01/17/world/asia/taiwan-elections.html

http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-38191636

https://thediplomat.com/2018/03/the-taiwan-travel-act-in-context/

http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-43936972

http://www.ketagalanmedia.com/2018/03/12/from-ethnic-political-evolving-foundation-taiwanese-nationalism/

https://thediplomat.com/2016/01/the-rise-of-taiwans-third-force/

http://www.taipeitimes.com/News/front/archives/2013/06/22/2003565371

https://www.smh.com.au/world/asia/taiwan-ex-presidents-call-for-referendum-in-challenge-to-china-20180301-p4z29j.html