La migración es un fenómeno natural del ser humano, desde el principio de nuestra historia hasta la actualidad se ha recurrido a este medio por distintas cuestiones de subsistencia; sin embargo y a pesar de todo es una tema y una condición que llega a incomodar a un sector de la población. Por otro lado, no se puede negar que a nivel mundial se está viviendo un éxodo humano que va y viene de todas partes del mundo. Desde la migración de la zona MENA hacia Europa, hasta la caravana de Centroamericanos hacia Estados Unidos o el éxodo Venezolano hacia sus países vecinos. Esta situación se deriva de distintas razones, tanto el hambre como la inseguridad son causas por las cuales las personas se ven obligadas a salir de sus países en busca de mejores condiciones.
Seguidamente, la busca de un lugar que los reciba es fundamental; de vida o muerte. Un lugar que les brinde opciones, oportunidades, cobijo, que les permita vivir y/o sobrevivir. Sin embargo, a la hora de llegar a estos nuevos países no siempre son bien recibidos. De tal forma, se desprende la oleada de xenofobia que se vive alrededor del mundo como respuesta a este temor de aquel que en el imaginario es diferente. Dichas expresiones de odio llegan a repercutir o incluso son respaldadas por los mismos gobiernos, los cuales por medio de las políticas migratorias hacen la vida de estas personas imposible, tal es el caso de Australia cuyo respuesta a los inmigrantes ha sido cuestionada a nivel internacional. Por el otro lado, está Nueva Zelanda, su país vecino, cuyas políticas migratorias reflejan un alto nivel de tolerancia y aceptación.
Nueva Zelanda es un país cuyo desarrollo social ha ido en mejora, debido a esto se vuelve un destino que a los ojos de los inmigrantes se vuelve favorables en donde se posibilita que sus condiciones sociales, económicas y de seguridad mejoren respecto a la que tienen en sus países. Aunado a esto, el país ha optado por políticas migratorias bastante solidarias. Ya que “la Ley de Inmigración promulgada el año 2009 se reconoce como un instrumento modernizador del sistema, orientado a jugar un rol preponderante en la salud económica del país y su desarrollo social” (1). Esto significa que Nueva Zelanda ve en su inmigración una oportunidad para mejorar su economía más que como un freno de esta, el país tiene una visión positiva en cuanto a lo que migración se refiere.
Seguidamente a este país se le reconoce sus prácticas en cuanto políticas migratorias, ya que se dice que “Nueva Zelandia es un caso que podría reconocerse dentro de los más sofisticados del mundo, ya que gracias a programas especiales de migración, ha logrado que además de la llegada de trabajadores urbanos, ingresen estudiantes y trabajadores agrícolas durante períodos programados para residir a partir de un año de permanencia” (2). Por lo tanto, en el país oceánico, lo que se aplica es un tipo de migración asistida ya que localiza a los migrantes según las necesidades e intereses que estos tengan, por lo que brinda alternativas a aquellas personas que pretenden comenzar una vida en el país (3). Además de las condiciones favorables presentadas por el país, Nueva Zelanda está conformada por un gran porcentaje de población migrante, ya que según datos de la ONU, un 22,04% del total de la población son migrantes (4).
A pesar del gran avance que Nueva Zelanda ha demostrado en sus políticas migratorias y de su reputación a nivel mundial, no la exenta de la existencia de los discursos de odio en su nación así como la presencia de militantes en la extrema derecha. A raíz de esto se da el lamentable hecho sucedido el pasado 15 de marzo; el peor ataque terrorista en la historia del país oceánico en el cual 49 personas que se encontraban en dos mezquitas de la ciudad Christchurch fueron asesinadas (5). El perpetrador de este acto fue “un australiano descrito en la prensa de su país como un ultraderechista islamófobo disparó con un arma automática en una de las mezquitas y lo retransmitió por las redes sociales con una cámara adherida a su cuerpo” (6). Aunado a esto, las autoridades confirmaron que existía la posibilidad que entre las victimas hubiese refugiados y migrantes (7). Lo que concreta que el hecho fue un ataque terrorista perpetrado con plena intención y conocimiento por lo que le suma el carácter de odio.
A pesar de todo, dicho acto llega a concretarse como respuesta de una escalada de la extrema derecha en este país. Ya que “las voces críticas acusan a la policía y las agencias de inteligencia de haberse concentrado solo en investigar posibles atentados islamistas e ignorar el crecimiento de la extrema derecha en el país. Christchurch se considera uno de los caldos de cultivo de los supremacistas” (8). Seguidamente, es importante apuntar que “a diferencia de otros países, este tipo de extremismo es extremadamente marginal y, en su vertiente homicida, más o menos novedoso” (9). El julio del año pasado “el periodista neozelandés Marc Daalder en la publicación The Spinoff, advertía de que en el país está fermentando una corriente extremista a la que nadie está prestando atención y que, sin ser un problema grave, podía convertirse en uno” (10). Desgraciadamente sus palabras se vuelven realidad.
Es importante apuntar que los expertos en el tema de la extrema derecha neozelandesa apuntan a que sus razones de ser no derivan del descontento económico como es usual en Europa y Estados Unidos. Daalder señala que “la extrema derecha de Nueva Zelanda podría estar más motivada por las preocupaciones sociales sobre el multiculturalismo y la pérdida de la hegemonía masculina blanca tradicional” (11). Por otro lado, Spoonley, Vicecanciller del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Massey y uno de los principales expertos del país en movimientos de extrema derecha, dice que "hay personas en Nueva Zelanda que se sienten muy desempoderados y privados de sus derechos. Sienten que el nuevo énfasis en el multiculturalismo liberal y contemporáneo es algo de lo que están excluidos" (12). Sin lugar a dudas estos grupos se desenvuelven de tal manera “en la que radicalización ideológica conlleva a fenómenos incomprensibles, donde el racismo y la xenofobia son equivalentes a un nivel de violencia que busca romper con nuestras sociedades multiculturales” (13).
Por otro lado, los expertos sostienen que las redes sociales han derivado en mejorar la articulación de estos grupos. “Subgrupos en Internet han esparcido rápidamente nuevas comunidades virtuales y reales que defienden las posturas extremistas de la supremacía blanca, y arrecian sin pudor contra los extranjeros, las mujeres y los musulmanes” (14). Así como la comunicación entre ellos es más directa y continua, se comparte entre ellos sus ideas y teorías. Un ejemplo de esto son las “teorías que circulan entre grupos de ultraderecha, como la de ‘El Gran Reemplazo’, un panfleto racista que señala que los pueblos europeos están siendo reemplazados por poblaciones no europeas de inmigrantes” (15). Además, es preocupante la forma en que estos atentados vienen a ser transmitidos en vivo por el perpetrador en estos grupos sociales, lo cual puede devenir en incentivos para otros miembros de estas comunidades.
Aunado a los avanzados medios de comunicación que existen en la actualidad también se da un nuevo factor que sostiene y legitima los discursos de odio de estos grupos. Ya que existe un respaldo de estos por medio de ciertas autoridades políticas, tal es el caso del senador australiano que ha tenido varios comentarios de carácter racista. Por ejemplo, los comentarios dichos sobre este atentado; donde culpo a la inmigración de musulmanes de la masacre en las dos mezquitas de Nueva Zelanda (16) e incluso comento en su cuenta de twitter “¿Alguien todavía disputa el vínculo entre la inmigración musulmana y la violencia?'' (17). Sin embargo, esta situación se repita una y otra vez “Donald Trump en los Estados Unidos ha creado efectivamente un completo aparato independiente para difundir la desinformación a través de los medios de la derecha y su propia cuenta de Twitter, sin una seria reacción por parte de la mitad del sistema político” (18). Por otro lado se menciona y critica la debilidad del sistema democrático para responder al incremento de los hechos y sucesos así como la invisibilización de la conformación de estos grupos, “estas masacres perpetradas en nombre de una ideología de supremacía blanca se siguen diseminando entre aparatos democráticos débiles que no logran contrarrestar la oleada de extrema derecha que desde Trump hasta Bolsonaro sigue golpeando, cada vez con más fuerza, al poder político” (19).
Además del respaldo dado por las autoridades políticas, es importante mencionar que el atacante de Nueva Zelanda se inspiró en los ataques terroristas perpetrados por dos miembros de la extrema derecha, lo que significa que toman ideas a partir de los ejemplos de otros. El perpetrador comento en sus redes sociales que se inspiró en el acto terrorista de “Anders Behring Breivik, el noruego que en 2011 mató a 77 personas en Oslo y en la isla de Utoya” (20) y “cita también como inspiración la matanza de 2015 en una iglesia en Charleston (EE UU). Su autor, Dylann Roof, entonces de 21 años, mató a nueve (personas) con la intención de impulsar una guerra racial” (21). Por otro lado, llama la atención que tanto la respuesta de las autoridades neozelandesas como las noruegas en su momento fueron muy parecidas, ya que estas comentaron que estaban concentrados en vigilar posibles ataques islamistas y dejaron de lado el crecimiento de la extrema derecha en sus respectivos países (22).
El nacimiento y la perpetuación de estos grupos, se vuelve una realidad cada vez más contundente en todo los países del mundo, incluso en aquellos reconocidos por su tranquilidad y seguridad como Nueva Zelanda. La necesidad de respuesta ante los discursos de odio es inminente; sin embargo se está volviendo retardada, dejando cientos de víctimas atrás, tal como el caso de este país oceánico, Noruega o Estados Unidos. Finalmente, es necesario hacer un llamado de atención, ya que Costa Rica no viene siendo una excepción a la ecuación, en los últimos meses grupos que comparten dichos discursos se han ido consolidando por medio de las redes sociales; asimismo se ha visto el incremento de los discursos de odio en estos medios así como un aumento sustancial de la violencia en las calles. Aunado a esto, existe una constante normalización de la violencia. Todos factores contundentes que le suman a la ecuación y que pueden derivar en un enlace fatal, trágico; así como marcar y cambiar la historia de un país para siempre. Por lo tanto, es necesario comenzar a divisar y confrontar todos los componentes que hay en una sociedad cuyo imaginario radica en su completa pacificidad; sin embargo, en sus entrañas se desarrolla una comunidad con ideas extremistas capaces de cometer actos descabellados bajo el carácter nacionalista osea ataques terroristas.
Fuentes:
- "Inmigración En Nueva Zelandia: Más Que Un Problema, Un Aporte Significativo A La Economía - Programa Asia Pacifico". 2016. Observatorio Asiapacifico. https://www.bcn.cl/observatorio/asiapacifico/noticias/inmigracion-nueva-zelandia-aporte-economia.
- Ibid.
- Ibid.
- "Nueva Zelanda - Inmigración 2017". 2019. Datosmacro.Com. https://datosmacro.expansion.com/demografia/migracion/inmigracion/nueva-zelanda.
- Jover, Anna and Oriol Puigdemont. 2019. "Al Menos 49 Muertos En Un Atentado Supremacista Contra Dos Mezquitas En Nueva Zelanda". EL PAÍS. https://elpais.com/internacional/2019/03/15/actualidad/1552616642_719105.html.
- Ibid.
- Ibid.
- Ibid.
- Iriarte, Daniel. 2019. "El Delirante Mundo 'Ultra' Neozelandés: Qué Hay Detrás Del Atentado Contra Las Mezquitas". El Confidencial. https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2019-03-16/mundo-ultraderecha-nueva-zelanda-atentado-mezquitas_1885918/
- Ibid.
- Daalder, Marc. 2018. "The Furious World Of New Zealand's Far Right Nationalists". The Spinoff. https://thespinoff.co.nz/politics/02-02-2019/will-the-far-right-movement-rise-in-new-zealand/.
- Iriarte, Daniel. op. cit
- "Lo Que Pasó En Nueva Zelanda No Fue Casualidad". 2019. Opendemocracy. https://www.opendemocracy.net/es/democraciaabierta-es/lo-que-pas%C3%B3-en-nueva-zelanda-no-fue-casualidad/.
- Ibid.
- Ibid.
- "Senador Australiano Culpa A Musulmanes Por Masacre En Nueva Zelanda". 2019. El Informador :: Noticias De Jalisco, México, Deportes & Entretenimiento. https://www.informador.mx/internacional/Senador-australiano-culpa-a-musulmanes-por-masacre-en-Nueva-Zelanda-20190316-0056.html.
- Ibid.
- Daalder, Marc. op. cit
- "Lo Que Pasó En Nueva Zelanda No Fue Casualidad". op. cit.
- Jover, Anna and Oriol Puigdemont. op. cit.
- Ibid.
- Ibid.