La reciente escalada de violencia en la Franja de Gaza se ha cerrado -al menos temporalmente-, con un nuevo y frágil alto al fuego patrocinado por Egipto. Tras un saldo de 14 palestinos muertos, los gazatíes se disponen a volver a una rutina marcada por una economía en bancarrota, una infraestructura prácticamente destruida, desempleo del 44% y un territorio que, dada la crisis humanitaria que vive como consecuencia del bloqueo israelí, será -según las Naciones Unidas- “inhabitable” en 2020.
El balance político de la crisis ofrece un panorama mixto. En el campo israelí la consecuencia más notable ha sido la renuncia de Avigdor Lieberman como Ministro de Defensa. Dentro de la coalición del Primer Ministro Benjamín Netanyahu, Lieberman, líder del partido Yisrael Beitenu, era un miembro incómodo que demandaba desde hace meses una fuerte operación militar contra el Movimiento Islamista Hamás en Gaza. Aunque Netanyahu del partido Likud, afirmó tras la tregua que el liderazgo israelí “hacía lo correcto”, Lieberman consideró que no era más que “una capitulación frente al terror” y añadió: "lo que estamos haciendo ahora como estado es comprar tranquilidad a corto plazo, y el precio es un grave daño a largo plazo para la seguridad nacional" (1). Otros dirigentes políticos como Yair Lapid del partido centrista Yesh Atid o Avi Gabbay del partido Laborista han criticado la “falta de agallas” del Primer Ministro.
La salida de los cinco diputados del partido de Lieberman deja en una precaria situación a Netanyahu, que se queda con una mayoría de apenas un diputado en el Knesset. Esto no es todo, varios ministros de la coalición ya han pedido convocar a elecciones y Naftali Bennett, líder del partido Habayit Hayehudi, ha exigido a Netanyahu la cartera de Defensa, de lo contrario, su partido dejaría la alianza de gobierno.
Aunque dirigentes del Likud procuran rediseñar la composición del ejecutivo con el fin de evitar una convocatoria anticipada a elecciones, es evidente que la crisis en Gaza ha vulnerado seriamente a Netanyahu, que además ha tenido que enfrentar protestas de los colonos, que cuestionan el manejo del conflicto.
En el campo palestino, Hamas ha valorado el desenlace de esta crisis como una “victoria”, aduciendo que la renuncia de Lieberman implica el "reconocimiento de la derrota y el fracaso para enfrentar a la resistencia palestina" (2). Hamas y otras facciones palestinas fueron capaces de lanzar 460 cohetes y proyectiles de mortero contra Israel, el mayor número en un período tan breve, según el Ejército Israelí. Según el diario turco Yeni Şafak, hay preocupación en las autoridades militares israelíes pues el sistema de defensa aérea “Iron Dome” habría sido vulnerado por los ataques de Hamas que, según admitió el Teniente-Coronel Jonathan Conricus, ha “mejorado sus sistemas de cohetes” (3). En un operativo cuyo video tuvo gran difusión en los medios, Hamas logró destruir un autobús que transportaba soldados israelíes usando un misil anti-tanque kornet, la primera vez que este tipo de arma es utilizada en Gaza. Parece entonces evidente que esta breve crisis empodera, al menos moderadamente, a Hamas, lo cual le permite lucrar políticamente frente a otras facciones palestinas rivales.
En cuanto a Netanyahu, desestimar una operación militar en gran escala y aceptar la tregua, no da necesariamente cuenta de un compromiso por la paz. Evidencia en realidad la actitud pragmática de alguien que, fiel a su credo anexionista y fervientemente opuesto a la constitución de un Estado palestino, sabe escoger las batallas.
Notas
(1) Israel: Lieberman Quits over PM refusal to War on Gaza, Gov’t Totters. Informed Comment. https://www.juancole.com/2018/11/lieberman-quits-gaza.html?fbclid=IwAR0TWmkiZxvzLsvHDLHXN8Z6RxLGZXO-BipNTGCdcgNP7XCZkRYksDXhTQ4
(2) Hamas celebrates Lieberman resignation as 'political victory'. Al-Jazeera. https://www.aljazeera.com/news/2018/11/hamas-celebrates-lieberman-resignation-political-victory-181114144115773.html
(3) Israel’s US-funded Iron Dome fails to down Hamas rockets. Yeni Şafak. https://www.yenisafak.com/en/world/israels-us-funded-iron-dome-fails-to-down-hamas-rockets-3466408