Análisis semanal 175: El Sistema de Integración Regional y el abordaje de la juventud y prevención (13 de noviembre de 2017)

Año: 
2017
Autor(es): 

 

1.      El contexto regional

El III Informe del Estado de la Región (2008) afirma que, “al finalizar la primera década del siglo XXI Centroamérica experimenta un grave problema de seguridad ciudadana.”

No es casualidad, pues, que, en materia de seguridad, Estados Unidos, en ese momento, ofreciera un aporte de doscientos millones de dólares adicionales para la ejecución de un plan de seguridad a nivel centroamericano, en la última cumbre de Jefes y Jefas de Estado sobre Seguridad. Adicionalmente, el entonces Presidente de Estados Unidos, Barak Obama, ofreció reforzar la inversión en programas de prevención de la violencia. De igual forma, hubo el compromiso de buscar más recursos con otros países para fortalecer los programas que en seguridad se habían empezado. Además, se dispuso la conformación de una comisión contra el crimen organizado.

En función de ello, dese el año 2008, cuatro iniciativas conforman la agenda que el tema de la seguridad ha cobrado en todos los países de la región:

1.      La aprobación del Plan de Acción con Costos del Proyecto de Asistencia Técnica y Respuesta Regional: Marco Estratégico Regional para la Prevención, Reducción, Tratamiento y Rehabilitación de las Personas Menores de Edad en Riesgo Social o en Conflicto con la Ley;

2.      La adopción del Sistema de Seguridad Turística de Centroamérica, aprobado por la Comisión de Seguridad de Centroamérica;

3.      La consolidación de los diálogos sobre seguridad democrática de Centroamérica con los Estados Unidos de América y México y;

4.      La aprobación de la Iniciativa de Mérida, por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América, a fin de fortalecer los esfuerzos realizados por Centroamérica en materia de seguridad regional.

Estas cuatro iniciativas llevaron a la constitución, por un lado, de la Estrategia de Seguridad de Centroamérica y México, adoptada en El Salvador, el 14 de agosto de 2007 y, por otra lado, de la Comisión Regional de Prevención de la Violencia Juvenil, como órgano garante de la implementación y seguimiento del Proyecto de Asistencia Técnica y Respuesta Regional Marco Estratégico Regional para la Prevención, Reducción, Tratamiento y Rehabilitación de las Personas Menores de Edad en Riesgo Social o en Conflicto con la Ley.

2.      El SICA y el abordaje de las juventudes

No obstante, lo anterior, las preocupaciones en el seno del Sistema de Integración por los temas vinculados a la niñez, adolescencia y juventud son relativamente recientes. Una de las primeras expresiones claras en la materia se encuentra en la XXII Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de Centroamérica, 2001, celebrada en San José, Costa Rica. En esa oportunidad, la Declaración de Presidentes reconoció la importancia de incorporar los principios contenidos en la Convención de las Naciones Unidas para los Derechos del Niño a sus marcos legales, programas y servicios.

De igual forma, instruyeron a sus autoridades para avanzar de manera expedita la creación del Plan de Acción Regional con una vigencia de 10 años, coordinado por el Foro Regional de la Familia, Niñez y Adolescencia, el cual fue aprobado en la XXXII Reunión de Ministros de la Integración Social de Centroamérica (CTS), realizada en la ciudad de Managua, el 15 de marzo del 2002, que garantice el cumplimiento de los derechos de la niñez y la adolescencia en la región, a partir de la Convención de los Derechos del Niño, la propuesta de Naciones Unidas formulada en la Cumbre de la Niñez, y la Agenda Iberoamericana suscrita en Bávaro, República Dominicana.

En ese mismo sentido, dos años más tarde, El Salvador y Honduras, en el marco de la Declaración Conjunta entre ambos países sobre el combate a las pandillas criminales o maras (Belice, 2003) y, que, afectaron, a la población joven, acordaron lo siguiente:

  1. Que las pandillas o maras como asociaciones ilícitas tienen su existencia proscrita de conformidad con sus respectivas legislaciones.
  2. Que, para resguardar el Estado de Derecho y la seguridad de sus pueblos, establecerán mecanismos de cooperación mutua en materia penal y policial para facilitar en cada Estado la supresión de las organizaciones ilícitas conocidas como pandillas o maras y otras asociaciones similares.
  3. Que para tal efecto instruyen a las autoridades relacionadas con el tema para preparar dentro de los 60 días siguientes, los instrumentos bilaterales que sean requeridos para establecer e implementar órdenes de detención recíproca.
  4. Que formulan una invitación a los demás países de la región para incorporarse a cooperar en esta iniciativa.

Este hecho, de corte bilateral, tuvo impacto importante en el Sistema de Integración, pues, a partir de su firma, el conjunto de los países miembros del Sistema, decidieron avanzar en la implementación de los siguientes acuerdos:

  1. Crear una estrategia de acción regional contra las pandillas o “maras.”
  2. Avanzar en la Estrategia Regional en materia de Prevención Social de la Violencia, Rehabilitación y Reinserción de Jóvenes en Situación de Riesgo o en Conflicto con la Ley.
  3. Crear el Observatorio Centroamericano de la Violencia (OCAVI).
  4. Crear y fortalecer el Foro de Justicia Penal Juvenil.
  5. Celebrar el I Encuentro sobre violencia juvenil.

Tales acuerdos, activaron, también, al Consejo de Integración Social Centroamericano (CISCA), en materia de prevención y acciones en relación con la niñez, la adolescencia y la juventud. Por ejemplo, una de las primeras decisiones se tomó en Panamá (2010) fue crear un Plan Regional para la Primera Infancia, en el marco de la Agenda Estratégica Social de la integración. De igual forma, los gobernantes instruyeron al Consejo del Istmo Centroamericano de Deportes y Recreación la elaboración de un Plan de Trabajo que oriente las acciones regionales en materia deportiva y recreativa, como un instrumento clave para el desarrollo y la prevención de la violencia.

Una década más tarde, luego del desarrollo de las acciones anteriores, la región en su conjunto, en el marco de la Cumbre de Presidentes celebrada en San Salvador, El Salvador (diciembre, 2011), decidieron crear y fortalecer un movimiento de jóvenes contra la criminalidad y la violencia. Un año más tarde, en Honduras (junio, 2012), se crea el Foro Centroamericano de Jóvenes contra la violencia, cuyo objetivo fundamental es crear un movimiento juvenil que aborde temas como la delincuencia y el crimen organizado transnacional. En virtud de ello, ya se encuentran expresiones de este Foro en Guatemala, El Salvador, Honduras y Panamá. De igual forma, se han dado mandatos orientados a construir una política pública regional sobre estos temas.

Para junio del año 2014, en la Cumbre de Presidentes, celebrada en República Dominicana, se presentaron varias propuestas de política pública de prevención de la violencia que afecta a la juventud, en el marco del proyecto “Desarrollo de políticas e iniciativas a nivel regional en favor de los jóvenes en riesgo social y en conflicto con la ley”, ejecutado por la Secretaría General del Sistema de Integración, la Secretaría de Integración Social (SISCA) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en colaboración con la Alianza Internacional para la Consolidación de la Paz (Interpeace).

Ese mismo año, de igual forma, en República Dominicana, se agrega a la agenda de diálogo regional en materia de niñez, adolescencia y juventud, la Declaración Especial sobre la Situación de los Niños, Niñas y Adolescentes Centroamericanos Migrantes No Acompañados hacia los Estados Unidos de América.  

3.      Conclusiones

En conclusión, es posible afirmar que, en el ámbito institucional del Sistema de Integración Centroamericano, las acciones, respuestas o propuestas en materia de violencia vinculada con la niñez, la adolescencia y la juventud, son tardías. Puntualmente, es el inicio del Siglo XXI cuando se observa una mayor importancia de estos temas en la agenda regional. Las acciones han tardado una década en pasar de lo declarativo a la construcción de una política o una acción concreta.

Cuatro temas han sido resaltados en este contexto, la vinculación de cualquier expresión de la juventud con la delincuencia y, por tanto, con expresiones denominadas maras o pandillas. El segundo tema de relevancia en esta evolución es la preeminencia de una acción regional contra las maras y las pandillas. Por supuesto esto ha llevado a deslindar a la juventud (en general) de estos temas y se ha acuñado la expresión “jóvenes en conflicto con la ley”, para señalar la participación de jóvenes dentro de estas agrupaciones. Finalmente, destaca en la agenda regional el tema migratorio y su relación con la niñez, la adolescencia y la juventud.