Análisis semanal 496: Reconociendo el silencio global hacia Haití (22 de mayo de 2023)

Año: 
2023

 

“En América Latina, lo maravilloso se encuentra en vuelta de cada esquina, en el desorden, en lo pintoresco de nuestras ciudades... En nuestra naturaleza... Y también en nuestra historia”[1].

-El Reino de este mundo, Alejo Carpentier.

Introducción

En el Análisis semanal 402, titulado "Repensar los estudios internacionales desde Haití" y escrito por Daniel Matul[2], se nos invita a reflexionar sobre el destino de Haití en el ámbito internacional. El artículo analiza el racismo epistémico presente en las teorías de relaciones internacionales, centrándose en el caso de Haití desde la impactante poca trascendencia del asesinato de su presidente, Jovenel Moïse, el siete de julio del año 2021.

El artículo presenta varios aciertos destacables. A medida que avanzamos en su lectura, nos enfrentamos al desafío de profundizar nuestro conocimiento sobre la historia de Haití y considerar las diversas influencias que han dado forma a su identidad e historia cultural. Sin embargo, es importante señalar que el texto no ofrece un análisis completo del contexto histórico y político en el que se desarrollaron las teorías y prácticas presentadas. Aunque el propósito de los análisis semanales es brindar una mirada – ya sea – rigurosa, crítica o reflexiva, debemos ser conscientes de la necesidad de abordar de manera más exhaustiva dicho contexto para comprender mejor las dinámicas y los desafíos actuales en las relaciones internacionales.

Asimismo, es válido mencionar las perspectivas alternativas. Aunque se critica el enfoque predominante de las relaciones internacionales que maneja esa perspectiva blanca y occidental, el texto no ofrece ejemplos concretos de narrativas propias o programas de investigación que podrían superar estas limitaciones. Si bien se hace una revisión sobre Camila Valdés León y Frantz Voltaire (2018) en la “Antología del pensamiento crítico haitiano contemporáneo”[3], así como de la bibliografía de Michel Rolph Trouillot (quien fue un académico y antropólogo haitiano-estadounidense dedicado al posicionamiento de perspectivas alternativas, y sumamente recomendado) habría sido sumamente enriquecedor incluir propuestas concretas para abordar esta brecha y ampliar las perspectivas en el estudio de las relaciones internacionales.

Por tanto, en este análisis, se busca hacer una reflexión del contexto en el que las perspectivas de los estudios de las relaciones internacionales han perpetuado visiones sesgadas que favorecen al mundo blanco y occidental, relegando a un segundo plano la riqueza y la diversidad de nuestro mundo desordenado y pintoresco que también pertenece y tiene que aportar a la academia. Para así, seguir los aportes de Matul[4], analizando ese silencio y la falta de reconocimiento global hacia Haití. En este sentido, como conclusión apresurada: es esencial reconocer que estas influencias no se limitan a las fronteras de Haití, sino que se entrelazan con toda América Latina, conformando un legado compartido y una historia cultural que ¡nos concierne a todxs!

Silencio

El silencio hacia Haití, en particular, es un ejemplo preocupante de cómo se pasa por alto una nación que ha enfrentado desafíos significativos, desde la pobreza extrema hasta catástrofes naturales y conflictos políticos. El hecho de que Haití sea el primer país independiente de América Latina, tras una lucha feroz contra la esclavitud y el colonialismo, subraya aún más la necesidad de una atención adecuada a su situación en los estudios de relaciones internacionales. Si bien el silencio sistemático de las preferencias en la academia en los círculos trending topic ha dejado bien claro su paso por el siglo XIX y XX, es innegable el hecho de que la revolución de independencia en Haití sí sucedió, y fue una hazaña innovadora que indudablemente desafió las concepciones de libertad de la época y que se sigue revisitando.

Es fundamental que la historia de la política y las relaciones internacionales de las naciones negras sea contada por sus propias personas[5]. Para romper con el patrón de silencio y falta de reconocimiento, resulta esencial que las carreras en general trasciendan los límites epistemológicos que restringen las perspectivas y fomenten nuevas formas de interpretar y comprender la conducta internacional. Se deben desarrollar narrativas propias, esfuerzos interpretativos genuinos que liberen el estudio de la academia de esas ataduras racistas e idiosincráticas carentes de adoptar una hermenéutica latinoamericana enriquecedora para comprender nuestra identidad y nuestras acciones políticas. Por ello, cada tanto, en el diario medio vivir de estudiante con ideales y esperanzas, resulta conmovedor el encontrase con programas de investigación como la Cátedra de Estudios de África y el Caribe de la Universidad de Costa Rica o el Centro de Estudios de Asia y África (CEAA). Pues aunque solo reflejen parte de un cambio significativo de época en América Latina y el Caribe, la región está experimentando un acontecimiento sin precedentes en su historia.

En este sentido, ¿por qué no exploramos las consideraciones de uno de los virajes más importantes en la historia de América Latina? la Revolución Haitiana Según Sabine Manigat, desafió las concepciones de libertad del Siglo de las Luces – revolución que la inspiró –, estableciendo así un Estado autónomo dentro del imperio colonial francés en la región y desafiando los intereses y la autoridad de la metrópoli. Además, la revolución enfrentó y venció a una potencia colonial, desafiando el orden mundial establecido[6]. Teniendo así un impacto trascendental en todo el mundo, extendiéndose más allá de las fronteras de Haití y dejando repercusiones significativas en la lucha por la libertad.

Según David V. Trotman, esta revolución inspiró movimientos de liberación en diferentes regiones, incluyendo a los abolicionistas en Estados Unidos y Gran Bretaña en el siglo XIX, así como a los movimientos de independencia en América Latina[7]. Sin embargo, es importante destacar que en el momento en que ocurrió, la Revolución Haitiana era algo impensable. Michel-Rolph Trouillot, citando en Trotman[8], argumenta que la idea de que las personas esclavas se rebelaran y derrotaran a sus amos era tan inimaginable que ni siquiera se consideraba posible.

Esto llevó a una campaña de silenciamiento de la Revolución, tanto poco después de suceder, como en la historiografía actual. Trotman señala que la revolución fue silenciada debido a la censura y la propaganda de las potencias coloniales europeas, quienes temían que otros esclavos se inspiraran en el ejemplo haitiano. Del mismo modo, en la historiografía actual, la influencia sociopolítica haitiana ha sido invisibilizada o minimizada debido a prejuicios raciales y culturales, así como a la falta de interés por parte de los académicos[9].

Pues, como argumenta Trotman, el hecho de ignorar o minimizar la revolución no se debe tanto a las características específicas de Haití o la esclavitud, sino a los prejuicios arraigados en Occidente, lo cual refleja el racismo y la discriminación histórica[10].

Desde esta perspectiva, considero valorar las contribuciones de Matul, quien en su redacción adopta una visión global al mencionar que Haití “carece de llamamientos, protestas y reclamos diplomáticos que le otorguen la importancia que merece como nación negra”. Parece que intencionalmente se excluye a Haití de la comunidad internacional, como parte de un proceso histórico de silenciamiento consciente y sistemático hacia una nación joven que lucha por su libertad pero permanece en silencio.

Escucha

La escucha se presenta como un desafío, no como una imposibilidad. Este desafío es especialmente relevante en la región latinoamericana, donde la marginación histórica y las estructuras de poder han obstaculizado el desarrollo y la participación equitativa de sus naciones. Región que los estudios de relaciones internacionales han tendido a ignorar o minimizar, centrándose en otras áreas geográficas y dejando en silencio la situación de países como Haití.

Es necesario adoptar una perspectiva latinoamericana que permita comprender nuestra realidad internacional y romper con las barreras epistemológicas que limitan la promoción de nuevas miradas que reflejen la diversidad y complejidad de nuestras realidades.

En estos pensamientos normalmente hago referencia a lo mencionado por Trouillot[11], quien muestra cómo el mundo se volvió global a partir del siglo XVI y reside fuertemente en ese marco de perspectivas alternas, generando flujos globales que han tenido un impacto más allá del entorno atlántico.

La modernidad puede tener interpretaciones diversas y cambiantes, dependiendo del contexto histórico, cultural y social en el que se encuentre. La "hibridez" que menciona Trouillot, desafía las concepciones de pureza cultural e identidad asociadas a la modernidad hegemónica, y reconociendo que la interacción entre diferentes culturas y formas de vida son parte integral de los procesos contemporáneos[12]. Estos flujos históricos, como la revolución, continúan influyendo en nuestro mundo asincrónico, resaltando la importancia de comprender y valorar las diversas experiencias y narrativas de todas las naciones en la configuración del ‘orden mundial’.

Para superar el silencio y la exclusión en el estudio de las relaciones internacionales, es crucial adoptar una perspectiva global, pluralista e inclusiva que reconozca y valore la diversidad de nuestras realidades. De esta manera, podemos romper con las barreras que han limitado la comprensión y promover un diálogo que refleje la realidad completa de nuestras sociedades.

Notas


[1] Carpentier, Alejo. 1989. Obras completas de Alejo Carpentier: El reino de este mundo. México: Siglo veintiuno editores, s.a.

[2] Matul, Daniel. 2021. “Análisis semanal 402: Repensar los estudios internacionales desde Haití (12 de julio de 2021) | Observatorio de la Política Internacional.” Observatorio de la Política Internacional. https://opi.ucr.ac.cr/node/1768

[3] León, C. V., & Voltaire, F. (Eds.). (2018). Antología del pensamiento crítico haitiano contemporáneo. CLACSO.

[4] Matul, Daniel, 2021. Op cit

.[5] Ibid.

[6] Manigat, S. (2009). La revolución de independencia de Haití en su primera etapa: La edificación del poder negro en Saint-Domingue. Revista Ciencia y Cultura, (22-23), 301-311.

[7] Trotman, D. V. (2008). Rompiendo el silencio sobre la Revolución Haitiana. Cuadernos Americanos: Nueva Epoca, 4(126), 97-115.

[8] Ibid.

[9] Ibid.

[10] Ibid.

[11] Trouillot, Michel-Rolph. 2017. Silenciando el pasado: el poder y la producción de la Historia. Granada: Comares, pp. 59-92.

[12] Ibid.