Accionar del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (julio-agosto 2014)

Accionar del Consejo

En 1919, finalizada la Primera Guerra Mundial, mediante el Tratado de Versalles un grupo de veintitrés países creó la Sociedad de las Naciones o Liga de las Naciones. Más tarde, en 1945, se estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ambas fueron creadas con el objetivo de mantener la paz y la seguridad internacionales. Sin embargo, ninguna lo ha logrado. En 1939, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial se suscitó la desaparición de la Liga de las Naciones, y aunque al 2014 la ONU sigue siendo considerada la organización internacional más importante en el mundo, ni su robusta estructura ni su gran cantidad de funcionarios han conseguido “la paz perpetua” (Kant, 1975). Por el contrario, a la crisis en Siria, Gaza o Ucrania se suman una gran cantidad de conflictos internos que amenazan con romper el orden internacional establecido en 1648 con la Paz de Westfalia.

En este complejo escenario, la situaciones en Oriente Medio (incluida Palestina), Ucrania y Sudán y Sudán del Sur fueron los temas más vistos por el Consejo en julio y agosto (gráfico 1). En conjunto para estas tres temáticas se llevaron a cabo dieciocho sesiones (40,0% del total), se adoptaron cuatro resoluciones (36,4%) y cuatro declaraciones de la presidencia (66,7%). Además, en todos los casos se registró una alta participación por parte de los miembros del Consejo en los debates.

Gráfico 1

Porcentaje de sesiones y acciones por tema. Julio-Agosto

 

Fuente: elaboración propia con datos del Consejo de Seguridad-ONU, 2014.

En Oriente Medio tanto los hechos de larga data (conflicto entre Israel y Palestina) como los más recientes (Siria) son motivo de discusión y debate en el seno del Consejo de Seguridad. En el primer caso, si bien los Estados miembros coinciden en la necesidad de alcanzar un acuerdo que permita la constitución de dos Estados que convivan en paz, no fue posible establecer las condiciones mínimas para evitar que las hostilidades escalaran –nuevamente- en una crisis política, económica y humanitaria en la que miles de personas han fallecido. Pese a la gravedad de los hechos, no se adoptaron medidas ni se tomaron decisiones vinculantes por parte del Consejo, lo más relevante fue el llamado que hicieron los miembros de este órgano (mediante la declaración de la presidencia S/PRST/2014/13) a las partes para lograr un alto al fuego. Al tiempo que manifestaron su preocupación por el deterioro de la situación y la pérdida de vidas civiles. Sin embargo, vale la pena destacar que a raíz de esta y otras situaciones se incluyó en la agenda de discusión la necesidad de que las Naciones Unidas –por medio del Consejo de Seguridad- pueda ejercer un rol activo en la prevención de los conflictos.

En relación a Siria, el Consejo autorizó a los organismos humanitarios de las Naciones Unidas y sus asociados en la ejecución a utilizar, con notificación a las autoridades, rutas a través de las líneas del conflicto y los cruces fronterizos de Bab al-Salam, Bab al-Hawa, Al Yarubiyah y Al-Ramtha, además de los ya utilizandos, a fin de asegurar que la asistencia humanitaria llegue a las personas necesitadas. Paralelamente, se estableció un mecanismo de atención, bajo la autoridad del Secretario General de las Naciones Unidas, para vigilar, con el consentimiento de los correspondientes países vecinos de Siria, la carga de todos los envíos de socorro humanitario de los organismos de las Naciones Unidas y sus asociados. No obstante, las medidas adoptadas siguen siendo insuficientes para detener un conflicto que ante la muerte de miles de civiles demanda acciones rápidas y concretas, no solo de índole humanitario. Si bien se reconoce la gravedad de la situación, los miembros del Consejo no han logrado un consenso y por el contrario ha prevalecido el distanciamiento en las posiciones y los intereses particulares.

A los casos mencionados se suman el asunto de Yemen y la cuestión del Líbano. En cuanto a Yemen, se manifestó satisfacción por los recientes progresos en la transición política, pero se lamentó que los Houthis y otros siguen avivando el conflicto en el norte en un intento de obstaculizar dicho proceso. En ese sentido, se recalcó la necesidad de presentar un borrador inicial de la Constitución a la Autoridad Nacional para su oportuno examen, a fin de realizar un referendo que permita establecer las bases jurídicas bajo las cuales se regirá el país, al tiempo que ayude a minimizar las graves dificultades económicas, de seguridad y sociales que afronta el Yemen. En relación a Líbano, el Consejo decidió prorrogar el mandato actual de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FPNUL) hasta el 31 de agosto de 2015.

Un segundo tema que motivó el accionar del Consejo fue la situación en Ucrania. En este caso al igual que con la situación en Siria no hay consenso entre los quince miembros del Consejo en relación a las medidas a implementar para alcanzar la estabilidad en el país. Lo que ha prevalecido son las constantes acusaciones entre los que “defienden” la integridad y soberanía de Ucrania y quienes han apoyado a los “separatistas”. En este escenario, se aprobó la resolución S/RES/2166 (2014) en la cual se decidió establecer una investigación internacional para conocer los hechos que suscitaron la caída del vuelo MH17 de Malaysia Airlines ocurrido el 17 de julio en la provincia de Donetsk (Ucrania). Aunque el tema se discutió en varias sesiones durante los meses de julio y agosto, no ha sido posible concretar una salida pacífica que permita restablecer el orden conforme al derecho internacional y la Constitución Política. Por el contrario, esta situación ha evidenciado tanto la lucha de poder que prevalece entre las potencias  y la reconfiguración de los esquemas de sobrevivencia-dominación en un mundo en constante transformación.

Por último, aunque no menos importante, la cuestión en Sudán y Sudán del Sur demandó una vez más la atención por parte del Consejo. En esta ocasión se aprobó la resolución S/RES/2173 (2014) con el objetivo de prorrogar, hasta el 30 de junio de 2015, el mandato de la Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID) y se adoptó la declaración de la presidencia S/PRST/2014/16 mediante la cual se expresó preocupación por el considerable deterioro de la situación política y las condiciones de seguridad, así como por la catástrofe humanitaria que se está desarrollando en Sudán del Sur como resultado de la disputa política interna en el Movimiento de Liberación del Pueblo del Sudán (SPLM) y la incesante violencia, incluso contra la población civil, que causan los dirigentes políticos y militares del país. Asimismo, se exhortó al Presidente Salva Kiir, al ex-Vicepresidente Riek Machar y a todas las partes a que cumplan el acuerdo para resolver la crisis firmado el 9 de mayo de 2014 por la República de Sudán del Sur y el SPLM/A (en la Oposición). En este contexto, destaca el encuentro que sostuvieron los quince miembros con el  presidente Salva Kiir, durante su visita a Sudán del Sur el 12 de agosto.

En resumen, el Consejo de Seguridad aprobó un total de once resoluciones, cinco en julio y seis durante el mes de agosto, las cuales fueron:

  • S/RES/2165 (2014): La situación en el Oriente Medio
  • S/RES/2166 (2014): Carta dirigida a la Presidente del Consejo de Seguridad por el Representante Permanente de Ucrania ante las Naciones Unidas (S/2014/136)
  • S/RES/2167 (2014): Operaciones de mantenimiento de la paz
  • S/RES/2168 (2014): Chipre
  • S/RES/2169 (2014): Iraq
  • S/RES/2170 (2014): Amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas
  • S/RES/2171 (2014): Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales
  • S/RES/2172 (2014): La situación en el Oriente Medio
  • S/RES/2173 (2014): Informe del Secretario General - Sudán y Sudán del Sur
  • S/RES/2174 (2014): La situación en Libia
  • S/RES/2175 (2014): La protección de los civiles en los conflictos armados

En este período se adoptaron seis declaraciones de la Presidencia:

  • S/PRST/2014/13: La situación en el Oriente Medio incluida la cuestión Palestina
  • S/PRST/2014/14: Amenazas a la paz y la seguridad internacionales
  • S/PRST/2014/15: Malí
  • S/PRST/2014/16: Informe del Secretario General - Sudán y Sudán del Sur
  • S/PRST/2014/17: Paz y seguridad en África
  • S/PRST/2014/18: La situación en el Oriente Medio

En cuanto al tipo de sesiones, en el período bajo estudio, más del 50% fueron de tipo informativo, le siguieron las de adopción y las de debate. En relación a las reuniones privadas, estas experimentaron una leve baja en relación al bimestre anterior (cuadro 1).

Cuadro 1

Tipo de sesión y producto, por mes. Julio-Agosto

Tipo de Sesión

Julio

Agosto

Producto

Julio

Agosto

Adopción

7

7

Comunicado

1

2

Debate

2

3

Declaración

3

3

Información

10

13

Resolución

5

6

Privada

1

2

Sin acción

11

14

Fuente: Elaboración propia con datos del Consejo de Seguridad de la ONU, 2014.

Principales temas de debate

El Consejo de Seguridad celebró cinco sesiones de debate (grafico 2), entre las que sobresalen las realizadas para estudiar aspectos relativos a la paz y la seguridad internacionales, y aquellas efectuadas para dar seguimiento al caso de Kosovo. Vale la pena destacar que se registra un leve aumento en el número de sesiones de este tipo, aunque sigue representando un porcentaje pequeño (2,5 sesiones por mes) del total de encuentros sostenidos por este órgano.

Gráfico 2

Tipo de sesiones efectuadas por el Consejo de Seguridad, por mes

 

Fuente: elaboración propia con datos del Consejo de Seguridad-ONU, 2014.

 

Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales

La actual dinámica del sistema internacional llevó a los cinco miembros permanentes del Consejo a reconocer la necesidad de mejorar los instrumentos de prevención de conflictos, y cumplir así con el mandato establecido en la carta de las Naciones Unidas. En este sentido, señalaron que “el debate sobre este tema ofrece una valiosa oportunidad de ver más allá de las crisis inmediatas y pensar estratégicamente en cómo aprovechar mejor, ahora y en el futuro, los instrumentos para evitar los conflictos”. Asimismo, señalaron que “si bien en algunos casos, se reconoció la amenaza, no se emprendió ninguna acción debido a la falta de consenso”. Fue el caso de Siria, donde el bloqueo a las acciones tempranas del Consejo y las Naciones Unidas propició que la crisis alcanzara el nivel actual de gravedad. En otros, no hubo una buena comprensión del peligro debido a la falta de alertas tempranas. Por ejemplo, Sudán del Sur, donde el aumento de la tensión y la violencia no recibieron una respuesta adecuada hasta el estallido de las hostilidades.

En la misma línea se orientaron las declaraciones de Chile (Argentina no participó del debate) al indicar que “la comunidad internacional y el Consejo, en muchos casos, han demostrado ser incapaces ya sea de reconocer a tiempo estas señales de alarma o de actuar de manera decisiva en la prevención de esos conflictos”. Y reafirmó la obligación de los Estados de solucionar sus controversias internacionales por los medios de solución pacífico, previstos en la Carta, así como de respetar la libre determinación de los pueblos, el derecho internacional y los tratados internacionales vigentes. Si bien Chile apoyó la resolución S/RES/2171 (2014), lamentó que no se haya incorporado en el texto el derecho a la verdad, consagrado en el Convenio Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

Tanto los miembros permanentes como los no permanentes estuvieron de acuerdo al señalar que, ante la multiplicación de conflictos la comunidad internacional y el Consejo deben, entre otras cosas, basar sus decisiones en lo estipulado en la carta de las Naciones Unidas, adoptar un enfoque local para tener éxito en la prevención de un conflicto, abordar las causas profundas (sociales, políticas, económicas, culturales, étnicas, etc.) y fortalecer su coordinación y cooperación a fin de garantizar el despliegue de esfuerzos sin contratiempos encaminados a la prevención de los conflictos.

En cuanto a las amenazas a la paz y seguridad internacionales, el Consejo de Seguridad destacó, mediante la declaración S/PRST/2014/14, la obligación que incumbe a los Estados miembros de prevenir y reprimir la financiación de todo acto de terrorismo, y expresó su profunda preocupación por los informes sobre el acceso a yacimientos petrolíferos y oleoductos en la República Árabe Siria y el Iraq y la toma de estos por grupos terroristas incluidos en la lista del Comité 1267/1989 del Consejo de Seguridad, a saber, el ‘Estado Islámico del Iraq y el Levante’ y ‘Jabhat Al-Nusra’, asimismo reafirmó su compromiso de respetar la soberanía, la independencia y la integridad territorial de la República Árabe Siria y el Iraq.

Kosovo

Las opiniones en cuanto al status de Kosovo siguen generando posiciones encontradas. Por un lado, Estados Unidos, Francia y Reino Unido mantienen su apoyo a la independencia y autonomía de Pristina y por otro, China y Rusia continúan firmes en sus consideraciones en relación al proceso y a la normativa internacional que debe prevalecer en este caso. Los primeros no solo reconocieron la declaratoria –unilateral- de independencia hecha por Kosovo en 2008, sino que además apoyan los distintos procesos emprendidos en este país para “consolidar su lugar en la comunidad internacional”. En ese sentido, reconocieron los resultados de las elecciones parlamentarias del 8 de junio las cuales ven como el antecedente para la formación de un gobierno estable, con pleno respeto de las instituciones democráticas. Los segundos (China y Rusia) por el contrario, mantienen su apoyo a la soberanía e integridad territorial de Serbia, y consideran que la resolución 1244 (1999) del Consejo de Seguridad es la base jurídica para resolver la cuestión de Kosovo. Además, Rusia cuestionó que se reconocieran los resultados de las elecciones en Pristina (en las cuales participó el 41% de los electores), pero no los del referendo en Crimea en el cual, de acuerdo con Moscú, participó más del 80% de los electores.

Por su parte, los representantes latinoamericanos y caribeños en el Consejo han mantenido su posición original respecto al tema. En el primer caso, Argentina no se ha manifestado a favor (tampoco en contra, aunque no se le ha reconocido como Estado) de la independencia de Kosovo. Este hecho está directamente relacionado con un asunto doméstico: el status de las Malvinas. Argentina se encuentra en una confrontación con Reino Unido por este territorio que autoreconoce como parte de su país, pero que legalmente forma parte de la nación europea.  Además, Argentina fue uno de los Estados miembros del Consejo de Seguridad que votó a favor de la resolución 1244 (1999), es decir, se pronunció a favor del respeto al principio de integridad territorial de Serbia. En este sentido, la nación suramericana considera que dicha resolución “es la base jurídica internacional aplicable en Kosovo para alcanzar una solución general mediante un proceso político y negociaciones”. En el caso de Chile, aunque destacó la celebración pacífica y ordenada de las elecciones parlamentarias en Kosovo, continúa sin otorgar el reconocimiento a Pristina. Así quedó consignado en un comunicado de prensa emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país en 2008.

Referencias

Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. 2014. Sitio oficial, en http://www.un.org/es/sc/. Washington, Organización de las Naciones Unidas.

ONU. 2014. Sitio oficial, en http://www.un.org/spanish/terrorism/index.shtml. Washington, Organización de las Naciones Unidas.