Análisis semanal 300: El metro: la gota que derramó el vaso de la desigualdad en Chile (06 de noviembre de 2019)

Año: 
2019

 

El pasado 6 de octubre el gobierno chileno fue testigo de una sociedad cansada y agobiada, que vio el alza de 30 pesos sobre la tarifa del metro, como la válvula de escape de un problema constituido como punto nodal de los acontecimientos en América Latina: la desigualdad.

Dicha problemática se encuentra transversalmente inmersa sobre el alto costo de la vida, acceso a la educación, bajas jubilaciones y el aumento de la brecha social en general. A manera de contextualización, se presenta la Tabla 1. que pretende mostrar la desigualdad que ha ido colmando a la ciudadanía chilena.

Tabla 1. Tres datos claves sobre la desigualdad en Chile.

Distribución de la riqueza

Según reveló la última edición del informe Panorama Social de América Latina elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el 1% más adinerado del país se quedó con el 26,5% de la riqueza en 2017, mientras que el 50% de los hogares de menores ingresos accedió solo al 2,1% de la riqueza neta del país. Por otra parte, el sueldo mínimo en Chile es de 301.000 pesos (US$423) mientras que, según el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, la mitad de los trabajadores en ese país recibe un sueldo igual o inferior a 400.000 pesos (US$562) al mes. (Paúl, 23 de octubre de 2019, párr. 23-24)

Acceso a la educación

La educación también enfrenta costos diferentes para quienes pertenecen al quintil uno y quienes pertenecen al quintil cinco. La cobertura de educación universitaria asciende a 59% de la población más rica y cae hasta 22% para los más pobres.  (García, 20 de octubre de 2019, párr.11)

Jubilaciones

El actual sistema de pensiones, que es privado, ideado por el hermano del presidente, ha sido blanco de fuertes críticas. El 82% de los montos de las pensiones no alcanzan la línea de la indigencia, más del 60% recibe una jubilación de entre 69 US y 206 US, siendo las pensiones de las mujeres aún más bajas. (Dictuc UC, referenciado en; González y Seguel, 3 de noviembre de 2019, párr.12)

Fuente: Elaboración propia con base en: (Paúl, 23 de octubre de 2019, párr. 23-24[1]), (García, 20 de octubre de 2019, párr.11[2]) y (González y Seguel, 3 de noviembre de 2019, párr.12[3]).

Aunado a la desigualdad y al alto costo de la vida, la falta de confianza en las instituciones políticas se ha constituído como una constante en las demandas ciudadanas, donde

La percepción sobre la corrupción ha aumentando de la mano a la desconfianza en las principales instituciones del país y del sistema económico. Casos de colusión empresarial en rubros como el farmacéutico (2007-2008), avícola (2016), papeles higiénicos (2014) se suman a una serie de casos de corrupción política, judicial (2019), policial (2018) y militar (2019).[...]Los chilenos saben que el sistema es injusto, que beneficia a unos pocos y que los costos del mismo recaen en los trabajadores, por ello han dicho basta, “no son 30 pesos, son 30 años”.[4]

A partir de este conjunto de demandas insatisfechas, y tomando como punto de partida el alza a la tarifa del metro, los días posteriores a susodicho incremento fueron sucedidos por las primeras protestas en las instalaciones del metro, principalmente, mediante la evasión al pago y el levantamiento de agujas/torniquetes. No obstante, el primer punto de giro del conflicto lo configura

La detención de los[/as] participantes en las protestas y el endurecimiento de las sanciones contra los[/as] mismos[/as] intensificó el descontento de la población provocando un mayor número de manifestantes y daños en casi todas las líneas que recorre el metro de Santiago. Algunos grupos dentro de la capital iniciaron incendios, saqueos a negocios y ataques en algunas instalaciones públicas.[5]

El desarrollo del conflicto genera elementos de salvaguarda para los demás gobiernos latinoamericanos, máxime ante la coyuntura de descontento social que atisba a la región. Un ejemplo de lo anterior es la evidente falta de escucha activa  y gestión del conflicto por parte de las autoridades, las cuales para este caso, minimizaron el descontento emergente y “cosecharon” una ciudadanía cada vez más articulada para la cual la atención del gobierno ya resultaba a destiempo.

Esto se ve ejemplificado con la agudización de las protestas que antecedieron a la declaración de estado de emergencia del sábado 19 de octubre, en tanto estas lograron aglutinar y movilizar ciudadanos/as descontentos a lo largo de la semana, para así para culminar con un cacerolazo masivo el viernes 18 de octubre, fecha en que se produjeron los primeros ataques incendiarios contras las estaciones del metro.[6]

Bajo esta línea sucesiva y efervescente de los movimientos sociales en Chile, resulta menester mencionar las principales manifestaciones llevadas a cabo en las últimas semanas, por ejemplo “la marcha más grande de Chile”, considerada la mayor movilización de los últimos 30 años al reunir a más de 1,2 millones de personas en Santiago.[7]

No obstante, las protestas no obedecen únicamente a movimientos de Santiago, sino que también, se han presentado multitudinarias marchas en Viña del Mar y Valparaíso, por ejemplo “(...) la manifestación que inició en la ciudad jardín reunió a miles de personas quienes marcharon con rumbo al Congreso Nacional.”[8]

Balance a un mes de protestas

A partir de la información sistematizada por Rocío Montes (18 de noviembre de 2019) del diario El País de España, a un mes de iniciadas las protestas los datos que emergen generan desconcierto a nivel nacional e internacional, a un punto que diversos organismos internacionales han visto la necesidad de estudiar a fondo la situación de la población chilena. Entre los principales datos se puede citar:

             Fuente: Elaboración propia con base en (Montes, 18 de noviembre de 2019, párr. 1-9)[9]

 

Ante esto, la principal interrogante que surge es: ¿cómo regenerar en un corto plazo la confianza y legitimidad que se ha ido erosionando desde hace 30 años?

Notas


[1] Paúl, F. (23 de octubre de 2019). Protestas en Chile: 4 claves para entender la furia y el estallido social en el país sudamericano. BBC News. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50115798

[2] García, A.K. (20 de octubre de 2019). 3 claves para entender lo que pasa en Chile. El Economista. Recuperado de: https://www.eleconomista.com.mx/internacionales/3-claves-para-entender-lo-que-pasa-en-Chile-20191020-0014.html

[3] González, S. y Seguel, P. (3 de noviembre de 2019).  Crisis en Chile: No son 30 pesos, son 30 años. La República. Perú. Recuperado de: https://larepublica.pe/economia/2019/11/03/crisis-en-chile-no-son-30-pesos-son-30-anos-sebastian-pinera-tarifa-del-metro/

[4] Ibid.

[5] García, A.K. (20 de octubre de 2019). op cit. 

[6] González, S. y Seguel, P. (3 de noviembre de 2019), op cit. 

[7] Villarroel, M.J. & Flores, J. (25 de octubre de 2019). Plaza Italia reúne 1,2 millones de personas y se convierte en la mayor marcha en 30 años. Biobiochile.cl. Recuperado de: https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/region-metropolitana/2019/10/25/comienzan-a-concentrarse-manifestantes-en-plaza-italia-para-la-marcha-mas-grande-de-chile.shtml

[8] Portilla, C. (27 de octubre de 2019). Las imágenes que dejó la multitudinaria marcha en Viña del Mar y Valparaíso. La Tercera. Recuperado de: https://www.latercera.com/nacional/noticia/las-imagenes-dejo-la-multitudinaria-marcha-valparaiso/880019/

[9] Montes, R. (18 de noviembre de 2019). Más de 17.000 detenidos en el mes de protestas en Chile. El País. Recuperado de: https://elpais.com/internacional/2019/11/18/america/1574045707_106027.html