Accionar del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (noviembre-diciembre 2017)

 

Accionar del Consejo

En el período noviembre-diciembre el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas celebró setenta sesiones en las cuales dio seguimiento a más de dos decenas de temas relacionados con diversos conflictos y situaciones de crisis a nivel internacional, así como aquellos relativos a sus operaciones de mantenimiento de la paz.  En esta ocasión destacan entre los temas más vistos, según la cantidad de sesiones efectuadas, tres, a saber: la situación en Oriente Medio (incluida Palestina), la cuestión en Sudán y Sudán del Sur y el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. En términos generales, en este bimestre no se registraron cambios importantes en la agenda de este órgano.

En relación a la situación en Oriente Medio, se llevaron a cabo doce sesiones y se aprobaron dos resoluciones. En la primera de estas (S/RES/2393 (2017)), referente a la situación humanitaria en Siria, los quince miembros del Consejo exigieron a todas las partes involucradas en el conflicto, en particular a las autoridades sirias, cumplir las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional, en particular el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos, según sea procedente, y exigieron además que se apliquen plena e inmediatamente todas las disposiciones de las resoluciones del Consejo de Seguridad 2139 (2014), 2165 (2014), 2191 (2014), 2258 (2015) y 2332 (2016). Finalmente, reiteraron que “la situación seguirá deteriorándose mientras no se alcance una solución política del conflicto en Siria”. Es importante mencionar que la Federación Rusa y la República Popular China se abstuvieron de votar esta resolución. 

Por su parte, en la resolución S/RES/2394 (2017) concerniente al informe del Secretario General sobre la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS), para el período comprendido entre el 10 de septiembre y el 24 de noviembre de 2017, se hizo énfasis en la obligación que tienen ambas partes de respetar plenamente lo dispuesto en el Acuerdo sobre la Separación de las Fuerzas de 1974. Al tiempo que se les exhortó para actuar con la máxima moderación e impedir toda violación del alto el fuego y de la zona de separación, haciendo uso de manera habitual de la función de enlace de la FNUOS para tratar cuestiones de interés mutuo, según proceda, y se recalcó que en la zona de separación no debe haber actividad militar de ningún tipo, en particular operaciones militares de las Fuerzas Armadas Árabes Sirias.

Paralelamente, se acordó –de forma unánime- prorrogar el mandato de la FNUOS por un período de seis meses, es decir, hasta el 30 de junio de 2018, y se solicitó al Secretario General que vele por que la FNUOS tenga la capacidad y los recursos necesarios para cumplir el mandato de manera segura.

Por último, es importante mencionar que en este período se presentaron cuatro proyectos de resolución conexos a la situación en Oriente Medio que fueron vetados. Los dos primeros correspondientes al uso de armas químicas por parte de la República Árabe Siria (proyecto (S/2017/933) presentado por la Federación Rusa y el proyecto (S/2017/962) presentado por los Estados Unidos de América). Con el segundo de estos proyectos se pretendía, entre otras cosas: identificar a los autores de ataques con armas químicas,  adoptar medidas y garantizar la rendición de cuentas en la República Árabe Siria, así como apoyar al Mecanismo Conjunto de Investigación de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y las Naciones Unidas en la realización de investigaciones en este campo. Tanto el Estado Plurinacional de Bolivia como la Federación Rusa votaron en contra.

Del mismo modo se vetó (por parte de la Federación Rusa) el proyecto de resolución S/2017/970 presentado por el Estado de Japón, mediante el cual se pretendía prorrogar el mandato del Mecanismo Conjunto de Investigación, establecido en la resolución 2235 (2015), por un período de 30 días con la posibilidad de que el Consejo de Seguridad lo prorrogase nuevamente, si lo considerará necesario, al tiempo que se solicitaba al Secretario General de las Naciones Unidas que, en coordinación con el Director General de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), presentará al Consejo de Seguridad las propuestas para la estructura y la metodología del Mecanismo Conjunto de Investigación.

Tampoco se aprobó (tras el voto en contra de los Estados Unidos de América) el proyecto S/2017/1060 relativo a la situación en Palestina, con el cual se pretendía:

  • Establecer que “todas las decisiones y los actos que pretendan modificar el carácter, el estatuto o la composición demográfica de la Ciudad Santa de Jerusalén no tienen efecto jurídico alguno, son nulos y sin valor y deben revocarse en cumplimiento de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y, a este respecto, exhortar a todos los Estados a que se abstengan de establecer misiones diplomáticas en la Ciudad Santa de Jerusalén, con arreglo a lo dispuesto en la resolución 478 (1980) del Consejo de Seguridad”.
  • Exigir que “todos los Estados cumplan las resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a la Ciudad Santa de Jerusalén, y no reconozcan actos o medidas que contravengan lo dispuesto en esas resoluciones”.
  • Hacer un llamado a que “se inviertan las tendencias negativas sobre el terreno que ponen en peligro la solución biestatal e intensificar y acelerar el apoyo y los esfuerzos regionales e internacionales con objeto de lograr sin demora una paz amplia, justa y duradera en el Oriente Medio”.

En cuanto a la cuestión en Sudán y Sudán del Sur, en seguimiento a los Informes del Secretario General, se celebraron ocho sesiones, se aprobaron dos resoluciones y se adoptó una declaración de la Presidencia. En esta ocasión, y de acuerdo a lo establecido en disposiciones anteriores del Consejo, se acordó prorrogar hasta el 15 de mayo de 2018 el mandato y las tareas de la Fuerza Provisional de Seguridad de las Naciones Unidas para Abyei (UNISFA). Asimismo, se reiteró la exigencia de que el Sudán y Sudán del Sur inicien con urgencia el establecimiento de la Administración y el Consejo de la Zona de Abyei, en particular superando el punto muerto que afecta a la composición del Consejo, y constituyan el Cuerpo de Policía de Abyei. Al respecto, se expresó preocupación por los retrasos en la puesta en pleno funcionamiento del Mecanismo Conjunto de Verificación y Vigilancia de Fronteras (MCVVF).

De forma paralela, se instó a todas las partes involucradas a proporcionar a todo el personal humanitario acceso pleno, sin trabas y en condiciones de seguridad a los civiles necesitados de asistencia y todos los medios necesarios par a sus operaciones, de conformidad con el derecho internacional, incluidas las disposiciones aplicables del derecho internacional humanitario, y con los principios rectores de la asistencia humanitaria de las Naciones Unidas.

Finalmente, con la resolución S/RES/2392 (2017) se prorrogó, por unanimidad, el mandato de la Misión de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur (UNMISS), establecido en la resolución 2327 (2016), hasta el 15 de marzo de 2018, y se autorizó a la UNMISS a utilizar todos los medios necesarios para llevar a cabo su labor.

Con respecto al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, se reiteró (mediante la resolución S/RES/2388 (2017)) la condena de todos los casos de trata de personas, especialmente de mujeres y niños, que constituyen la amplia mayoría de todas las víctimas de la trata de personas en las zonas afectadas por conflictos armados. Al tiempo que se instó a los Estados Miembros a examinar, con carácter prioritario, la posibilidad de ratificar la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños, así como todos los instrumentos internacionales pertinentes, adherirse a ellos y aplicarlos eficazmente. De forma complementaria, se les exhortó, según corresponda, a revisar, enmendar y aplicar leyes contra la trata de personas y la legislación conexa para asegurarse de que se haga frente a todas las formas de trata de personas, incluidas las que se cometen en situaciones de conflicto armado o las que cometen grupos armados y terroristas.

En resumen, el Consejo de Seguridad aprobó un total de dieciséis resoluciones, a saber:

  • S/RES/2382 (2017): Operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas
  • S/RES/2383 (2017): La situación en Somalia
  • S/RES/2384 (2017): La situación en Bosnia-Herzegovina
  • S/RES/2385 (2017): La situación en Somalia
  • S/RES/2386 (2017): Informes del Secretario General sobre el Sudán y Sudán del Sur
  • S/RES/2387 (2017): La situación en República Centroafricana
  • S/RES/2388 (2017): Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales
  • S/RES/2389 (2017): La situación en la región de los Grandes Lagos
  • S/RES/2390 (2017): La situación relativa al Iraq
  • S/RES/2391 (2017): La paz y la seguridad en África
  • S/RES/2392 (2017): Informes del Secretario General sobre el Sudán y Sudán del Sur
  • S/RES/2393 (2017): La situación en el Oriente Medio
  • S/RES/2394 (2017): La situación en el Oriente Medio
  • S/RES/2395 (2017): Amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas
  • S/RES/2396 (2017): Amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas
  • S/RES/2397 (2017): No proliferación - República Popular Democrática de Corea

En esta ocasión el Consejo adoptó seis declaraciones de la Presidencia, a saber:

  • S/PRST/2017/22: La situación en Myanmar
  • S/PRST/2017/23: La situación relativa a la República Democrática del Congo
  • S/PRST/2017/24: Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales
  • S/PRST/2017/25: Informes del Secretario General sobre el Sudán y Sudán del Sur
  • S/PRST/2017/26: La situación en Libia
  • S/PRST/2017/27: Operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas

En cuanto al tipo de sesión, un 48,6% fueron informativas, un 28,6% de adopción, un 7,1% de debate y un 2,9% privadas. En lo que concierne a la adopción de medidas, en el 64,3% de las reuniones no se tomaron acciones de ningún tipo (cuadro 1). Es decir, no se presentaron proyectos de resolución ni declaraciones por parte de la presidencia. 

Cuadro 1

Tipo de sesión y productos, noviembre-diciembre, 2017

Tipo de Sesión

Noviembre

Diciembre

Producto

Noviembre

Diciembre

Adopción

8

12

Comunicado

0

2

Debate

2

3

Declaración

2

4

Información

14

11

Resolución

7

9

Privada

0

2

Sin acción

27

17

Fuente: Elaboración propia con datos del Consejo de Seguridad, 2017.

 

Principales temas de debate

El programa de trabajo del Consejo de Seguridad incluyó, para los meses de noviembre y diciembre, cinco temas para debate, a saber: i) la situación en Bosnia-Herzegovina; ii) Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, iii) Tribunal internacional - Yugoslavia, iv) Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, v) la situación en Afganistán.

A continuación se presenta una síntesis de las intervenciones, tanto de los cinco miembros permanentes del Consejo, como de los dos países latinoamericanos que integran este órgano como miembros no permanentes (Bolivia y Uruguay) en representación del Grupo de América Latina y el Caribe (GRULAC), en dos de los temas que fueron motivo de debate.

La situación en Bosnia-Herzegovina

En la sesión del 7 de noviembre, relativa a la situación en Bosnia-Herzegovina, el Sr. Valentin Inzk, Alto Representante para Bosnia y Herzegovina, informó a los miembros del Consejo de Seguridad sobre los últimos acontecimientos en este país. Tras su presentación, los miembros permanentes (a excepción de la Federación Rusa), reconocieron los esfuerzos que Bosnia y Herzegovina han encaminado para promover la reconciliación nacional, incentivar el desarrollo socioeconómico y fortalecer el estado de derecho. Así como el rol estratégico que tiene este país en los Balcanes para mantener la paz y la estabilidad, promover el desarrollo económico y social y lograr la co‑existencia armoniosa, interés que comparte la región y de la comunidad internacional.

En tal sentido, se acogió con beneplácito la aprobación de la resolución 2384 (2017) en el Consejo de Seguridad para renovar el mandato de la operación ALTHEA de la Fuerza de Mantenimiento de la Paz de la Unión Europea (EUFOR). Por tanto, se instó a todas las partes a abandonar la retórica divisiva y a concentrarse en aplicar reformas económicas y sociales, que son el elemento central de las aspiraciones comunes de todos los ciudadanos de Bosnia y Herzegovina, con independencia de su comunidad de origen. Ello también se aplica a la reforma electoral. De lo contrario, se corre el riesgo de que el marco jurídico de las elecciones sea deficitario.

Es importante registrar que si bien la resolución S/RES/2384 (2017), relativa a este tema, se aprobó por unanimidad, el Sr. Safronkov, representante permanente de la Federación Rusa ante la Organización de Naciones Unidas, manifestó  abiertamente que el  informe del Alto Representante para Bosnia y Herzegovina (S/2017/922, anexo) muestra un sesgo. Pues si bien “hace referencia a la aplicación del Acuerdo Marco General de Paz, sobre todo, se trata de un compendio de los ataques tendenciosos y parciales contra la República Srpska. Es evidente para cualquiera que esté aunque sea un tanto familiarizado con la situación en Bosnia que el panorama descrito por el Alto Representante está muy lejos de la verdad y es sumamente engañoso, y pone de manifiesto el hecho de que su autor ha perdido contacto con la realidad. Nos perturba profundamente ver que el Sr. Inzko ha entrado en el ámbito de la fobia flagrante a los serbios y que su actividad diaria se ha reducido a mejorar sus relaciones con Banja Luka y ejercer presión en favor de la integración euroatlántica de Bosnia y Herzegovina, en contravención tanto de su mandato como de las realidades políticas internas en el país anfitrión”. Al respecto, manifestó que “no deberíamos entrar en discordias, sino que deberíamos cumplir nuestras obligaciones a conciencia. Ese enfoque entraña fomentar procesos de reconciliación nacional, un diálogo político interno basado en el respeto mutuo, la avenencia y el consenso y, por supuesto, el examen respetuoso de los puntos de vista de todas las partes”.

Por su parte, el Estado Plurinacional de Bolivia  y el Uruguay –como representantes de América Latina- acogieron con agrado la aprobación unánime de la resolución 2384 (2017) y señalaron que el apoyo que ha dado el Consejo a la continuación de la Misión demuestra la defensa de la seguridad y estabilidad en Bosnia y Herzegovina, así como el respeto a su soberanía, independencia e integridad territorial, además del apoyo del Consejo a los acuerdos alcanzados en Dayton. Al tiempo que reafirmaron su apoyo a la unidad, la integridad territorial y la soberanía de Bosnia y Herzegovina. Por tanto, hicieron un llamado a respetar a las instituciones y a la legalidad “el camino hacia una Bosnia y Herzegovina estable, en la cual las comunidades que la integran convivan en forma armónica”. En ese sentido, otorgaron el máximo valor al estado de derecho y a la autoridad de las instituciones emanadas del Acuerdo Marco General de Paz de 1995 y reconocieron que su res‑peto es el camino hacia la estabilidad y la convivencia armónica en el país.

La situación en Afganistán

En la sesión de debate celebrada el 21 de diciembre, se informó a los miembros del Consejo sobre los avances que se alcanzaron en el Afganistán en los últimos años: 6,4 millones de niños asisten ahora a la escuela, el país tiene un Gobierno democrático y las fuerzas de seguridad afganas luchan para proteger a sus conciudadanos. Del mismo modo, se señalaron algunos de los desafíos que el país tiene aún que enfrentar: la lucha contra el terrorismo, reformas electorales y aquellos temas relativos a los derechos humanos.

En tal sentido, se reconoció que el apoyo de la comunidad internacional para enfrentar esos retos y para dar sostenibilidad a los distintos logros es crucial. Por tanto, señalaron es fundamental:

  1. Apoyar el fomento de la capacidad de las fuerzas de seguridad en el país, así como la reforma del sector de la seguridad, con el fin de combatir las amenazas del terrorismo, la delincuencia transnacional y el tráfico de estupefacientes.
  2. Promover la reconciliación nacional para resolver la cuestión del Afganistán. Las partes en el Afganistán deberían priorizar los intereses a largo plazo del país y el bienestar de la población, y participar activamente en el proceso de reconciliación.
  3. Aumentar la capacidad del Gobierno para garantizar el desarrollo del Afganistán.
  4. Cumplir el compromiso de prestar asistencia al Afganistán y apoyar su desarrollo socioeconómico.

La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en el Afganistán desempeñará un papel importante en el proceso. Como la Misión ha hecho tanto por documentar, es el pueblo afgano el que sigue pagando el precio más alto por la guerra. El apoyo de las Naciones Unidas a los civiles, incluidas las reformas electorales, el fortalecimiento de las instituciones afganas, los derechos humanos y las cuestiones relativas a la mujer seguirán siendo fundamentales en los próximos años.

Bolivia, por su parte, expresó su satisfacción por los avances obtenidos por el Gobierno de Unidad Nacional del Afganistán, que a la fecha continúa impulsando medidas en sus reformas otorgando importancia a la reforma del sector de la seguridad y al proceso de diálogo nacional. Asimismo, expresó su profunda preocupación por la inestabilidad de la situación de la seguridad, sobre todo por la persistencia de un elevado número de enfrentamientos armados entre las fuerzas gubernamentales y antigubernamentales, que de acuerdo al informe (S/2017/1056), se incrementaron en un 62% en comparación con el mismo período de 2016.

Finalmente, el Uruguay reafirmó su apoyo al Gobierno del Afganistán, así como a la solución pacífica del conflicto liderada por los afganos. En ese sentido, lo alentó a continuar con los esfuerzos para alcanzar una paz duradera, basada en los principios de soberanía, integridad territorial y unidad nacional. La falta de diálogo y de avances hacia un acuerdo de paz entre el Gobierno del Afganistán y los talibanes continúa causando estragos en la sociedad afgana. El conflicto en el Afganistán no tiene solución militar. Las partes deben acercarse para encontrar alternativas políticas. Por tanto, instó al Gobierno afgano a continuar con el programa de reformas, enfocado a garantizar instituciones fuertes e independientes y un proceso democrático sólido.

Referencias

Consejo de Seguridad. 2017. Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sitio oficial, en http://www.un.org/es/sc/. Washington: Organización de las Naciones Unidas.

ONU. 2017. Organización de las Naciones Unidas. Sitio oficial, en http://www.un.org/spanish/terrorism/index.shtml. Washington: Organización de las Naciones Unidas.